viernes, 4 de junio de 2010

¿Homeschooling?

Ha pasado un largo tiempo sin que hubiese tenido oportunidad de escribir algo en el blog. Pero es que la vida termina siendo caótica en un hogar extraordinario. El poco tiempo que queda disponible se nos va de las manos intentando dormir para iniciar un nuevo día lleno de aventuras.

No sé cómo sea la situación “normal” a la hora de recoger a sus niñ@s de la escuela, pero en mi experiencia personal hasta hace poco tiempo, cada día estaba lleno de angustia, al grado tal que me di cuenta que mi hijo se subía al carro al salir de la escuela y su primer comentario era “hoy hubo ___ (inserten el número que pensaron) incidentes en la escuela”. Las llamadas de mi esposo para ver cómo le había ido al niño iniciaban con “ahora qué sucedió”…

Definición de Incidentes por mi hijo: Situaciones en las que la maestra voltea y me llama –o grita-  mi nombre para que deje de hacer lo que estoy haciendo (parado, platicando, jugando, en fin, tratando de pasar el tiempo libre).

Esto no es nuevo, desde el kínder al irlo a recoger, se me arrugaba el estómago y tomaba un gran respiro antes de pararme a la puerta a escuchar el “reporte” del día. En donde se me indicaba todo lo que había hecho incorrecto o lo mal que se había portado. No siempre sucedía pero no podía bajar la guardia y llegar contenta pensando que todo había salido bien porque justo ese día resultaba que era el que peor le había ido.

Pasé el primer año de primaria regañándolo casi a diario por no poner atención, por no hacer caso a sus maestros, por empujar a los compañeros, por ser agresivo, por todo lo que ustedes gusten. No es una situación muy agradable para vivir como familia.

Ahora que tiene ocho años estoy revalorando toda esta situación. Me doy cuenta de que mi guepardo se encuentra en el ambiente equivocado. Aquello que no corresponde a la norma es considerado un “peligro”, un “problema” y estar en un lugar que no es estimulante provoca falta de motivación lo cual promueve conductas poco constructivas. Y no es culpa ni de mi hijo, ni de la escuela, o de los maestros, es simplemente un problema de ubicación.
Necesito hacer algo para mejorar la situación emocional e intelectual de mi hijo, pero ¿qué hacer?

He estado viendo opciones de escuelas para él, pero considerando las necesidades educativas de mi hijo, hasta el momento la mayoría me ha parecido la misma versión de donde actualmente se encuentra. Sólo encontré una escuela que pudiese ser una alternativa viable, aunque no la solución. Sin embargo se sale por mucho de nuestros estándares económicos, lo cual si pudiésemos optar por inscribirlo en ella, causaría un desgaste más a nuestra situación familiar.

Me está tentando de sobremanera la opción de “Educarlo en Casa” o “Homeschooling” como le llaman en inglés. Creo que es la opción más flexible que puedo encontrar y que puede ser adaptada a la mayoría de sus necesidades. Pero inmediatamente empiezo a escuchar las voces en mi cabeza (no por esquizofrenia, sino por conciencia) que me dicen “¿y la socialización?”, “¿Y los amigos?”, “¿y cómo se va a adaptar a la sociedad si lo sacas de ella?”. Además si considerara esta opción hay que pasar otro obstáculo que sería el de las trabas legales de nuestro rígido sistema escolar. 

Y es que espero equivocarme, pero por lo que he visto, la única forma de acreditar estudios fuera de la escuela es a través de exámenes en el INEA y para ello debe tener al menos 10 años cumplidos.
Sin embargo, siento un impulso cuasi animal de proteger a mi cría, sobre todo por los últimos comentarios que de acuerdo con mi hijo le ha hecho su maestra, situaciones como “tú no deberías estar aquí”, “deberían haberte puesto el reporte (a sabiendas de que si le asignan un reporte más tendrían que expulsarlo de la escuela)” o el último comentario dirigido hacia el salón “Él podrá ser muy bueno en matemáticas, pero es para lo único que es bueno”. Y aunque no me consta que estos comentarios hayan sido en ese tono, confío en lo que comenta mi hijo porque él es el que se encuentra interpretando y viviendo esta situación y todo esto está generando una carga emotiva muy fuerte en él y sentimos que ya es una agresión por parte de algunos maestros hacia el niño. Y esta fricción se genera por la incapacidad de comprender aquello que desconocemos y de aceptar la diversidad de formas y pensamientos.

Me gustó el comentario de la Dra. Deidre V. Lovecky sobre aquellos niños y adultos que piensan diferente a los demás, ella los llama “Divergent Thinkers” y comenta que “los pensadores divergentes tienen una preferencia por las respuestas inusuales, originales e idiosincráticas. Ser un pensador divergente irrita y molesta a otras personas que usualmente sienten que el divergente debería sentarse y callarse y se preguntan por qué él o ella no pueden simplemente ser como todos los demás. No se les ocurre a la mayoría de las personas que los pensadores divergentes no pueden dejar de ser divergentes. Uno no puede mezclarse en la multitud si la multitud es tan diferente de uno mismo que no sirve de camuflaje. Es como tratar de esconder a un elefante en un gallinero pidiéndole al elefante que se agache y empiece a cacarear…” Pueden ver el artículo completo en http://www.grcne.com/divergent-thinker.html

Otra situación que me motiva a actuar y seguir buscando alternativas la encontré en otro de los artículos de Hoagies, que comentaba que “uno de los peligros que enfrentan nuestros niños es que a quienes se encuentran desmotivados usualmente se les cataloga de inmaduros. A ningún niño se le debería acomodar en un medio ambiente emocional inadecuado, pero cuál es el adecuado?… En un medio ambiente donde el niño aprenda nuevo material, y donde tenga compañeros intelectuales, va a necesitar menos madurez para comportarse adecuadamente. Comportarse adecuadamente mientras se pretende que se está aprendiendo algo y esconde sus habilidades para poder pertenecer al grupo requiere de un increíble nivel de madurez”. Fragmento tomado del Libro de Squid por Marjorie http://www.hoagiesgifted.org/squid_skipped.htm

Los dejo con una reflexión, ¿sus amigos son personas de su misma edad? No digo que no podamos formar excelentes amistades con aquellos compañeros de estudios con los que crecimos, pero al menos en mi caso, mis amistades se basan en intereses en común y no en edades, así es que porqué obligar a un niño a que permanezca con quienes son de su edad para poder socializar.
Y por último si se preguntan qué tan diferente puede ser mi niño. Aunque actualmente se encuentra terminando el segundo año de primaria en el sistema tradicional de educación, en el programa para sobresalientes de la Universidad de Stanford http://www.epgy.org en 15 días más concluirá el programa de 6º año de primaria en matemáticas con honores y a través de una búsqueda de talentos internacional fue invitado a participar en el programa CTY de la Universidad de John Hopkins http://cty.jhu.edu/, en donde el día de hoy presentó exámenes de ubicación y aprobó el currículum completo de matemáticas de primaria.

¿Qué sigue?
De acuerdo con sus palabras… -- “Criptografía y luego Algebra”.
Y para mi, encontrarle la cuadratura al círculo del Homeschooling y ver cómo puedo aplicarlo en mi caso.
Seguimos en contacto, y agradezco todos su comentarios y sugerencias.
Saludos!
Eva